Las neoplasias se clasifican según su localización topográfica y el comportamiento.
Todos los tumores, ya sean malignos o benignos, tienen dos componentes básicos: las células neoplásicas que constituyen el parénquima y su estroma de sostén, formado por tejido conectivo y vasos sanguíneos.
Se consideran malignos si se consideran letales y dañan a las demás estructuras o sistemas del organismo. Si no lo hacen, se consideran benignos.
La nomenclatura se basa en el componente parenquimatoso. Según su comportamiento, pueden ser:
· Benignos: sufijo acabado en –oma.
· Malignos o cáncer: denominadas carcinomas.
Los procedentes de tejidos mensenquimatosos se llaman sarcomas, los procedentes del tejido nervioso son gliomas y los cánceres hematológicos se llaman linfomas y leucemias.
· Algunos no cumplen estas reglas, pues son tumores malignos con el sufijo –oma. Son los melanomas o los hematomas, entre otros.
Tumores epiteliales
- Epitelio de revestimiento
- Benignos: papiloma, pólipo.
- Malignos: carcinoma epidermoide, basocelular y transicional.
- Epitelio glandular
- Benignos: adenoma.
- Malignos: carcinoma, adenocarcinoma.
Tumores mesenquimales
- Benignos: fibroma, osteocondroma, osteoma.
- Malignos: fibrosarcoma, condrosarcoma, osteosarcoma, leucemia.
Tumores del sistema nervioso
Neuroblastoma, meduloblastoma, retinoblastoma, neurofibroma…
Tumores pigmentarios
- Benignos: nevus, melanoma juvenil o nevus de Spitz.
- Premalignos: lentigo maligno.
- Malignos: melanoma
La gradación de todas las neoplasias se basa en el grado de diferenciación. La mayoría de neoplasias malignas son mal diferenciadas.
Su estadiaje se refiere a la extensión del compromiso del huésped por la neoplasia, evaluándose para ello el tamaño del tumor, la afectación de estructuras vecinas y la diseminación de la neoplasia a otras localizaciones diferentes.
Actualmente, se utilizan dos sistemas para la estadificación: uno de la Unión Internacional Contra el Cáncer, y otro de la American Joint Committee on Cancer Staging.
Los sistemas son el TNM (T: tamaño; N: cantidad y distribución de metástasis a ganglios linfáticos; M: metástasis hematógena) y las etapas I, II, III y IV.
El cáncer aparece como consecuencia de mutaciones que producen la expresión anormal de un número reducido de nuestros genes: los oncogenes, los genes supresores de tumores y los genes de reparación del ADN.
Rodríguez Martínez R, Romero Ruiz A, Molina Ruiz D, Gómez Salgado J. Nomenclatura de las neoplasias. Adaptaciones celulares del crecimiento y de la diferenciación. Proto-oncogenes y oncogenes. En: Molina Ruiz D, Gómez Salgado J, Medina Aragón FJ, coordinadores. Cuidados en Laboratorios de Inmunología, Genética, Citología, Anatomía Patológica y Microbiología. 1ª ed. Madrid: Enfo; 2010. p.369-403
Publicado por: Natalia Navarro